lunes, 18 de marzo de 2013


INSTITUTO NACIONAL "MEJIA"

Durante la revolución liberal ecuatoriana, el político e historiador Celiano Monge sugirió su nombre para el principal colegio laico de Quito, bautizado en su honor como Instituto Nacional Mejía, en 1897.




En aquella época, la educación religiosa marcaba el ritmo académico del país y ante la Revolución liberal comandada por Alfaro desde 1895, la institución abría paso a independizar la educación de la religión. En la solicitud enviada para la oficialización del Instituto Mejía a los Legisladores, consta un párrafo consterniente a la educación en el país.


Colegio Mejía fue siempre un centro de educación media, en sus inicios oficialmente mixto, pero luego se volvió exclusivamente masculino, característica que se mantuvo.
El colegio fue bautizado en honor a José Mejia Lequerica. En sus inicios, el colegio funcionó en el antiguo edificio escolar de los hermanos cristianos, conocido como El Beaterio, en la calle Benalcázar, frente a la actual Plaza de Benalcázar.
En los años 50 del siglo XX, se construyó un edificio moderno completando el conjunto, conocido como El Internado, por haber sido levantado con la intención de que el colegio albergara internos. No obstante, esto tampoco prosperó y los proyectados dormitorios fueron convertidos en aulas y laboratorios.
El Colegio cuenta también con un edificio anexo, conocido como Edificio Sur, en donde originalmente funcionó una escuela militar de ingeniería y que también tiene aulas y áreas verdes.

                                                   
                                            

 Hablar la Gloriosa Banda de Guerra del Instituto Nacional Mejía es hablar de toda una tradición de en si de la vida de esta casona centenaria de la Vargas
Remontándonos a la historia “Para conmemorar el Centenario de la Batalla de Pichincha formamos el Batallón Mejía en enero de 1922. Oficiales del Colegio Militar nos daban instrucción en las Áreas de esta institución que funcionaba en el actual edificio del Ministerio de Defensa en la Recoleta; y desfilamos el 24 de mayo uniformados de blanco  y con fusil. El señor Jacinto Jijón obsequió la tela para los uniformes. Hubo conferencias alusivas a la fecha. Se enardeció el amor a la Patria y a la libertad”. * Manifiesta el  Dr. Juan Isaac Lovato uno de los mejores personajes ilustres que ha dado nuestro MEJÍA en un artículo  de La Promoción de 1925 de la revista eslabón No 17 de la SEM.







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